miércoles, 16 de diciembre de 2015

LOS TRES ASPECTOS DE LA UTILIZACIÓN DE FUENTES HISTÓRICAS.

Fundamentación.
Demostración.
Verificación.
Fuente histórica de la que parte el investigador. Es el punto prístino de donde surgirá el interés, la idea de conocer y demostrar tal o cual suceso, tradición, comportamiento o idea que se quiera investigar. Puede ser un documento escrito, un objeto o un testimonio oral.
Es el trayecto que se sigue en la investigación. No basta con contar con una base sólida, se necesita desarrollar adecuadamente la investigación. Entiéndase por adecuadamente, la correcta interpretación de las fuentes consultadas. Las aseveraciones que se realicen durante la investigación deben estar sustentadas en la demostración constante. Esto no significa que se necesiten hacer cortes intermedios, con el fin de demostrar lo investigado hasta ese momento; sino que durante la investigación no debe salirse de la correcta interpretación de las fuentes. La capacidad del investigador para observar, es decir, su mirada epistemológica, le permitirá verlas desde diferentes enfoques y con distintas posibilidades de interpretación.
se refiere a que una vez concluida la investigación histórica deberá ponerse a consideración del lector el lugar exacto de donde se obtuvieron las fuentes consultadas, esto permitirá contar con la confiabilidad necesaria y la suficiente certeza de que los resultados son producto de una investigación seria y científica




FUENTES PRIMARIAS Y SECUNDARIAS DE LA HISTORIA.

FUENTES PRIMARIAS.
FUENTES SECUNDARIAS.
Son los documentos, testimonios u objetos originales que le permiten al historiador investigar directamente en ellos, sin la intervención de un intermediario (traducción, paleografía, edición, ente otros), pues se corre el riesgo de partir de una interpretación, o segunda lectura. Generalmente las fuentes primarias pertenecen al mismo período histórico que se esté investigando, pero no necesariamente; por ejemplo, puede haber varios años de diferencia entre dos 6 documentos originales, pero si ambos tratan de un mismo suceso, no dejan de ser fuentes primarias en la misma investigación.
Escritas: a) Documentos públicos o privados (oficiales, políticos, administrativos, jurídicos, económicos, educativos, religioso, etc.)
b) Publicaciones (bandos, gacetas, periódicos, entre otros) c) Literarios (poemas, cuentos, borradores de novela, crónicas, artículos, ensayos, entre otros)
 Iconográficas: a) Plásticas (pintura, escultura, arquitectura) b) Gráficas (fotografía, dibujos, caricaturas, grabados, carteles, afiches, entre otras)
Orales: a) Directas (personas que presenciaron el suceso, o que les contaron dicho suceso) 7 b) Grabaciones (filmes, audiovisuales, cine, video, entre otros)
Son los resultados concretos de la utilización de las fuentes primarias, es decir, libros, ensayos, artículos, biografías, monografías, entre otros. Este tipo de fuentes no son de poco valor, pues son el producto de años de investigación histórica. Y para la mayoría de las personas, es la única posibilidad que tienen para conocer sobre temas históricos. Tómese en cuenta, por ejemplo, las dificultades físicas, económicas, de tiempo y capacidad de investigación, que representaría el que todos los que quisieran conocer sobre algún tema histórico, tuvieran que acudir personalmente a consultar en las fuentes primarias.
Escritos (libros, revistas, periódicos, entre otros) Auditivos (grabaciones de conferencias, entre otras)
Auditivos y visuales (teleconferencias, videoclips, entre otros)

miércoles, 9 de diciembre de 2015

LA NUEVA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA.

SÍNTESIS,

La educación debe verse como un proceso en el cual los estudiantes van guiados de la mano con los propios elementos que lo rodean, específicamente con la asignatura de historia, los elementos históricos de la localidad fungen un especial trabajo que es la base de la investigación, es decir, la autogestión por aprender. Si la historia se aprendiese como el estudio de lo “socio lógico”, permitiría que los estudiantes se dimensionaran en el tiempo presente, es decir, poder tomar los sucesos que estremecen a la sociedad para comprender las causas y consecuencias del mismo. A partir de esto, fomentar las posibles soluciones a los conflictos sin recurrir a la violencia; además, favorecerá el intercambio de ideas y opiniones que podrán fortalecer el estudio de la historia actual para así introducirlos a los hechos que, tomándolos de base, han creado el rumbo de nuestra sociedad tal cual es.
Para comprender el valor histórico de ciertos objetos, es necesario incluir en los alumnos el respeto y admiración por cada lugar, cada espacio, cada rincón que existe en el planeta tierra porque entre sus anécdotas se puede vincular con algún personaje histórico importante o de algún hecho que ha marcado globalmente al mundo o en el país en donde se encuentre.
 El enfoque pedagógico constructivista tiene mucha relación al valor y respeto por los elementos. Nos dice que a partir de la comprensión del objeto, se pueden extender otras investigaciones que pueden tomar profundidades muy importantes hasta para el docente; podrá conocer, debatir, hallar y compartir información valiosa que lo situaran en las competencias y habilidades que hoy en día son la base del aprendizaje constructivista.

Es muy importante que para la enseñanza de la historia se utilicen recursos o estrategias que puedan generar en el alumno el interés por aprender, por investigar y por compartir sus resultados; entre ellos se mencionan como por ejemplo:
NOTICIAS: que no sean simplemente amarillistas, que informen realmente del origen de las luchas sociales y militares con el afán de enterarse desde la raíz.
VISITAR UN MUSEO: no solo para anotar, si no  para interactuar con la información.
EXPOSICIÓN DE UNA SERIE DE FOTOGRAFÍAS FAMILIARES DE DISTINTOS LUGARES DE MÉXICO Y ÉPOCAS: ir preguntando si conocen el lugar, que ubicación tiene, que historia trascendental conocen de allí, que tiempo histórico comenzó su apogeo etc.
BIOGRAFÍA: conocer más sobre cierto personaje, datos interesantes, como era su estilo de vida, si existen ideas antes de conocerlo y después de verlo.
ÁRBOL GENEALÓGICOS: se encarga indagar el nombre, lugar y año aproximado de nacimiento y ocupación de sus padres, abuelos y bisabuelos, por parte de ambos padres para armar su árbol genealógico.
VER Y COMPRENDER: recorrer ciertos caminos y observar los objetos que tengan valor histórico, promover el dialogo con sus habitantes y buscar más información para complementar la expedición.


martes, 1 de diciembre de 2015

RESUMEN DE LA FORMACIÓN CH.

LA FORMACIÓN DE UNA CONCIENCIA HISTÓRICA.

La enseñanza de la historia, su razón de ser en nuestras actuales sociedades, es leída por Oresta López desde la perspectiva que nos ofrece Edgar Morin a través del paradigma de la complejidad, en general y, más particularmente, de la respuesta que da a la ONU y a la UNESCO, en términos de los Siete saberes necesarios a la educación del futuro. 
La enseñanza de la historia a través de las recientes reformas educativas, la de 1992 y la de 2004, enfocadas en el terreno de la contienda, a donde dirige nuestra mirada Adelina Arredondo, donde convergen diversos actores: “Conflicto multifacético entre SEP, SNTE, gobierno federal y gobiernos estatales, partidos políticos, grupos de historiadores, académicos y no académicos e, incluso, religiosos” (p. 93). Entre ambos eventos señala el desplazamiento del eje de preocupaciones y debates, de los noventa, centrado en los contenidos y métodos, hacia las discusiones en torno al tiempo destinado a su estudio, su lugar en el currículo, con lo cual pareciera que hoy se está tocando fondo en el asunto al llegar a plantearse, desde una p
Considero que el docente debe enseñar a sus alumnos a pensar históricamente, entender una Historia problemática y buscar significados en los procesos. Para acercarnos a la enseñanza de esta disciplina es necesario el anclaje de dos conceptos inseparables: tiempo y espacio. la enseñanza de la historia no se limita a la escuela, resultando no sólo la narración y el entendimiento antropológico sus recursos fundamentales, sino la búsqueda del sentido subjetivo inscrito en la historización en el presente. Esto, cuando en México no existe “una política cultural de la memoria”, como “responsabilidad académica, ética y social” que pueda retribuir a la enseñanza de la historia otro de sus múltiples sentidos. Esta responsabilidad es asumida por Márquez en los ámbitos de la historia de las entidades federativas y del público infantil, luego de mostrar cómo la elaboración de libros de texto implica siempre seleccionar qué y cómo enseñar, en este caso, la historia.
El primer paso para pensar históricamente es tener esa conciencia que permite captar lo permanente frente a lo transitorio. Asimismo, destaca la importancia la vida cotidiana, por medio de la cual nuestros alumnos se acercarán a la “otra historia”, aquélla que no está escrita. 
Mucha literatura aún existe sobre la historia de los pueblos indígenas y los sectores silenciados porque, como sostiene Elvia Montes de Oca: “Los marginados de la historia oficial no aparecen en las novelas sólo como grupos sociales, sino también como individuos que representan esos grupos que se han quedado fuera de la historia oficial... En estas obras se subvierte el discurso histórico monolítico de los grupos sociales dominantes”.
El maestro de historia debe fomentar la investigación implementando la metodología científica, explorar los hechos, encontrar hallazgos y pistas que los encarrilen a la explicación de los sucesos a investigar. De esta manera se formarían estudiantes autónomos y sedientos de información, persiguiendo las incógnitas que han estado sin despejarse desde hace años, por ejemplo, la historia de la humanidad.

PAUL ANDRÉS ACERETO HERNÁNDEZ.